Cuando el viento arrasaba con las lagrimas de viejos recuerdos y las mañanas abrían el mundo a puñaladas todos los hombres Quedaron petrificados, ausentes de sol perdidos en la escala de grises sin punto de fuga deambulando por la ciudad sin memoria.
"Cada uno segrega, como la araña, su parte de luz y de niebla, queriendo elevarla tal vez a más aire, según la oblicuidad de su ventana, el límite de su devoción y su frágil mirada en la tierra"... o lo bien que se refleje en el adoquín inundado de recuerdos: es cuestión de saber comunicarse infrahumanamente con su reflejo, con esa “respuesta inmediata de naturaleza nerviosa” justo a 180º de sus pies, un plano cartesiano perfecto.
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"Cada uno segrega, como la araña, su parte de luz y de niebla, queriendo elevarla tal vez a más aire, según la oblicuidad de su ventana, el límite de su devoción y su frágil mirada en la tierra"... o lo bien que se refleje en el adoquín inundado de recuerdos: es cuestión de saber comunicarse infrahumanamente con su reflejo, con esa “respuesta inmediata de naturaleza nerviosa” justo a 180º de sus pies, un plano cartesiano perfecto.
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