3/05/2009

CLIPclap..!



Tomamos el sol por la cola
y jugamos a la rayuela invisible
Un, dos, tres…
Luego
un vestido rojo
nos contó algunas historias.

1 comentario:

Mlle. Ortiz dijo...

Una clase de obediencia activa instintiva a esa observación silenciosa del “ClipClap!”, podría pasar la vida en ese estado sublime, inmortal, que protege del contacto tóxico con ese afuera condicionante.